La Recesión

La lectura es un elemento que nos permite capacitarnos y compartir ideas y conceptos; experiencias positivas y negativas; éxitos y fracasos. Todo ello está en la vida de las personas y en el de las empresas.
Hacernos el tiempo para leer forma parte también de lo que llamamos "Trabajo Empresario". En palabras de Henry Mintzberg, dice que la Dirección es una práctica que mezcla una buena cantidad de obra (experiencia), con una determinada cantidad de arte (perspectiva) y algo de ciencia (análisis).
En ese camino de la lectura y en la búsqueda de conocimientos, experiencias, consejos, llega a mis manos por recomendación de mi ex Jefe (WY), un libro muy interesante titulado "Las Pequeñas GRANDES Cosas" de TOM PETERS, y dentro de su voluminoso material, he extraído para compartir con ustedes el capítulo:
"La Recesión": Cuarenta y seis "secretos· y "estrategias" para manejar la perturbadora desaceleración económica del 2007 y los meses subsiguientes.
Que tal vez nos puede ser útil para pensar y actuar en estos momentos.
- Llegue a trabajar más temprano.
- Termine de trabajar más tarde.
- Trabaje más arduamente.
- Es probable que deba trabajar por menos; si eso sucede, deberá adaptarse a las circunstancias inconvenientes con una sonrisa – aunque por dentro se sienta morir -.
- Ofrézcase para hacer más.
- Estudie, aprenda, investigue más y más- y llegue siempre al trabajo con buena disposición.
- Disimule cuando la buena disposición flaquee.
- Practique literalmente a poner "buena cara" delante del espejo todas las mañanas y al entrar al baño a la mitad de la jornada.
- Imprima nuevo significado a la idea y práctica intensiva de gestión imposible.
- Cuide mejor de sí mismo y motive a los demás a hacer lo propio: el bienestar físico tiene un efecto sustancial sobre el bienestar mental y la capacidad de manejar la tensión.
- Haga caso omiso del alud de desgracia que se le vengan encima: compre por internet una pala o un impermeable de segunda mano.
- Trate de olvidar lo "buenos tiempos de antes", la nostalgia es autodestructiva (y aburrida).
- Tranquilícese pensando que "esto también pasará", pero acto seguido recuerde que puede tardar mucho tiempo en pasar; por tanto, debe aplicarse nuevamente a la tarea de hacer lo mejor con lo que tiene, el carácter se moldea casi totalmente con base en las reacciones a las circunstancias adversas.
- Llame por teléfono y después haga más llamadas y todavía más, y permanezca en contacto con todo el mundo y en la mente de todo el mundo.
- Invente cosas para apartarse de la rutina con relativa frecuencia, incluidas cosas "raras" – las "sacudidas" sirven para no dejarse arrastrar por la desesperación y aportan una óptica diferente.
- Evite deliberadamente todo exceso personal.
- Simplifique
- Dedique todo su esfuerzo a los detalles como nunca antes.
- Dedique todo su esfuerzo a los detalles como nunca antes.
- Dedique todo su esfuerzo a los detalles como nunca antes.
- Eleve las exigencias hasta el cielo y mantenga – cueste lo que cueste – las normas de excelencia frente a las cuales evalúa impasible e infatigablemente su propio desempeño.
- Sea obsesivo cuando se trate de reaccionar ante la más mínima metida de pata.
- Busque la forma de estar cerca de jóvenes y rodéese de juventud – los jóvenes por lo general no se afilian a la escuela de "se nos vino el cielo encima". (la ingenuidad puede ser una bendición).
- Aprenda nuevos trucos de su oficio.
- Transmita los viejos trucos del negocio a los demás – ser mentor adquiere más importancia que nunca -.
- Invierta grandes sumas en sus destrezas tecnológicas para manejar su "nube" de internet -Web 2.0 –
- Twitter – FacebooK. Recuerde, todos los días, que esto no es algo para "superar" – es su Examen Final de Idoneidad, Carácter y Liderazgo, aunque no ejerza ningún cargo directivo. (La gente suele dar saltos muy grandes en poco tiempo durante las épocas difíciles).
- Establezca redes como loco.
- Establezca redes como loco dentro de la compañía: conozca a tantas personas que "hacen el trabajo de verdad" como sea posible. Ellas podrán ser sus aliadas más confiables cuando sea necesario hacer las cosas rápidamente y sin tropiezo.
- Establezca redes como loco por fuera de la compañía; conozca a tantas de las personas que "hacen el trabajo de verdad" "más allá de los muros de su empresa", en las empresas sus proveedores y clientes. (Esas personas podrán llegar a ser y serán, sus mejores aliadas y defensoras.)
- Agradezca a los demás hasta el cansancio cuando sucedan cosas buenas – y acepte toda la responsabilidad cuando sucedan cosas malas.
- Sea amable pero no endulce las cosas ni oculte la verdad: los seres humanos pueden ser asombrosamente capaces de recuperarse, y los rumores matan al entusiasmo.
- Trate los pequeños triunfos como si fueran victorias en la Copa Mundial – y celébrelos y felicite a las personas de conformidad.
- No se lamente de las pérdidas (haga caso omiso del hueco en el estómago) – súbase nuevamente al caballo y ensaye de nuevo.
- Evite personas negativas en la medida de los posible – la contaminación mata.
- Reprenda vigorosamente a quienes insisten en diseminar la depresión, cuando le sea imposible evitarlo. (La depresión es lo último en "armas de destrucción masiva" cuando corren los tiempos de las vacas flaca).
- Imprima nuevo significado a la palabra consideración.
- No imponga límites al presupuesto para las flores – "los colores alegres" hacen maravillas.
- Redoble y triplique sus esfuerzos por "meterse" en los zapatos de sus clientes. (En particular si los zapatos aprietan).
- Tenga cuidado con sus modales – y acepte la falta de urbanidad de otros como reflejo de su situación difícil.
- Sea amable con toda la humanidad.
- Mantenga sus zapatos bien embetunados.
- Deje en la puerta de la oficina el juego de la culpa.
- Delate con voz firme a quienes insisten en jugar el juego de la "política en la oficina".
- Sea el dechado de la responsabilidad personal.
- Sólo después de todo lo anterior podrá rezar.
Hasta la próxima.
Bloguero colaborador
Reinaldo